lunes, 21 de julio de 2014

Eshu Ashikuelú

Es una divinidad de las entrañas de la tierra. Tiene que ver con la creación del mundo y con los diluvios. Está relacionado directamente a los Egún ancestrales, con Orisha Oko y Korinkoto. Se debe recibir en la ceremonia de Orun. Vive junto con Eshu Modubele de Ofun Funda y con Eshu Akere Mewe de Irete Yero. Se le llama con Oro, además, es el jefe de los Egun que asisten a la persona. Vive fuera de la casa. Su representación es un Agborán de madera, con un solo cuerpo y dos cabezas, Eshu Ashikuelú es bicéfalo. Eshu Ashikuelú lleva un bastón colgado de la mano que es su compañero. Este se llama Ashiakuabú. Este bastón se hace de madera de Iroko. Ashikuelú es a veces interpretado como un rey de los gnomos o duendes. Es un Eshu que ayuda en los cultivos y en la fertilidad. Se le pide para que todo fructifique y se desarrolle, también para problemas de fertilidad en el hombre o la mujer. Se le ofrendan granos y frutos de la tierra y palomas. Rige sobre los tesoros enterrados y los minerales, especialmente el oro, así como las piedras preciosas. Le gusta siempre estar en movimiento, haciendo algo y trabajando El Odun Isalaye de Eshu Ashikuelú es Ojuani Meyi. PATAKIN El Camino de la Madre Tierra. Inle Oguere era una obiní muy hermosa que tenía muchos hijos, pero la que más se distinguía era una joven muy bella llamada Afokoyerí y esta hija no aceptaba requerimientos de nadie. Resultó que había un ser locamente enamorado de ella quien era muy feo y horrible llamado Ashikuelú el cual vivía entre las tinieblas de las profundidades de la tierra y sólo veía por la fosforescencia y la luz de los minerales que se desprendían de aquella eterna oscuridad y sólo se asomaba de vez en cuando a este mundo por la boca de una cueva y esto sucedía cuando sus hijos le llevaban una Euré que le ofrendaban y esos eran los cantos que oscurecían el cielo. Ashikuelú se valió de sus artes de encantamiento para lograr ser dueño del amor de aquella niña. Afokoyerí se encontraba un día paseando por el campo y vio a una Eleguedé muy hermosa, la cual era su comida preferida ya que su madre y ella sólo se comían las semillas y fue a cogerla y vio que la guía de la misma la llevaba a la entrada de una cueva y cuando se acercó surgió de las profundidades Ashikuelú, ensombreciendo el cielo y, sin darle tiempo a nada, le tomó la mano y la llevó con él a las profundidades de la tierra. Inle Oguere, al enterarse de esto, desesperada, comenzó a buscar entre los hechiceros de su tierra uno que fuera capaz de resolver su problema y oyó hablar de Orunmila y fue a verlo y este le vio este Ifá y le dijo que su hija había nacido para vivir entre las tinieblas ya que los humanos no comprendían la grandeza de su vida, que ella tenía que hacer ebbó y darle de comer a Ashikuelú en una grieta, llamarlo y cuando él saliera que hiciera un pacto con él. Así lo hizo Inle Oguere y cuando Ashikuelú salió, le dijo, después de rendirle Moforibale Iyá: "Tú tendrás el derecho de que tu hija viva seis meses contigo y seis meses conmigo. Tú eres la corteza de la tierra de todos; eres luz donde todo florece; yo soy la sombra de la entraña de la tierra, donde las cosas germinan". Olofin, que estaba oyendo todo aquello dijo: "Tú, Inle Oguere, serás Iyá Inle, la madre tierra, la que siempre le darás a los hombres sus frutos con que sustentar su vida; todos los hombres siempre te tendrán que dar comida y el que quiera verte, tendrá primero que reconocerte a ti y a tu Omó, tanto en los campos arados como en las furnias naturales y te verá en cada fruto, cada mineral, en todo lo de las entrañas de la tierra y la corteza terrestre; tú siempre serás la madre amorosa, la que alimentarás a tus hijos y al final serás la morada que acogerá el cuerpo de cada uno; tú comerás y trabajarás con Ashikuelú y Afokoyerí, los cuales son tus hijos bien amados. Además de Yewá, Osain, Asojuano, Oduduwa, Orun y aún conmigo mismo, guardarás la memoria de cada uno de los que fueron en la tierra, donde cada vez que se le dé comida a algún Egún, tendrá que ser a través tuyo, porque para eso eres Iyá Inle la cual debe ser nombrada por cada uno de tus hijos. To Iban Eshu. Así fue como Inle Oguere consiguió su título de madre tierra, renunciando a los placeres de la tierra, para vivir acompañando a sus Omó Ashikuelú y Afokoyerí en las tinieblas de la tierra. Este premio se lo otorgó Olofin por su sacrificio y renunciación.



OYÚGBONÁ ÓSHA

Hola amigos de la religión yoruba,santera y ifa hoy quiero compartir tres capitulos sobre la Importancia de la OYÚGBONÁ. OYÚGBONÁ ÓSHA CONSIDERACIONES PRELIMINARES Toda persona que se consagra en Regla de Ósha, siempre ha de tener dos madrinas, o dos padrinos, o una madrina y un padrino, y estos son: 1. Una sacerdotisa o un sacerdote de quien nace directamente, que tuvo la responsabilidad de dar origen a una consagración desde la suya, prolongando su línea religiosa personal y perpetuando el ashé ancestral de su linaje, y que tiene la responsabilidad de cuidar a su omó (hijo, hija), y atenderle. Si la consagración de yawó nace de sacerdotisa mujer, ella es su Iyáré Ósha, o en su forma contraída, su Iyárósha, término que posteriormente mutó a Iyálósha (madrina o madre de Ósha). Si la consagración de yawó nace de sacerdote varón, él es su Babáré Ósha, o en su forma contraída, su Babárósha, término que posteriormente mutó a Babálósha (padrino o padre de Ósha). 2. Una sacerdotisa o un sacerdote que asumirá funciones especiales y decisivas, a quien se le llamaOyúgboná Ósha. DEFINICIÓN DE OYÚGBONÁ ÓSHA Se define como Oyúgboná Ósha a la sacerdotisa o al sacerdote que asume la responsabilidad de supervisar, conducir y acompañar, al devoto que se consagra en la Regla de Ósha, y a la sacerdotisa o al sacerdote que procreará la consagración, en cada uno de los pasos preparatorios, previos a la consagración, y que además, hace seguimiento al camino religioso de la persona consagrada en su etapa de dependencia religiosa. ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO OYÚGBONÁ Los términos “yimbona”, “yubon”, “yurbona”, y otros similares que han sobrevivido en el argot popular, deberían desecharse completamente. El mejor acercamiento a la palabra apropiada es Oyúgboná. La voz Oyúgboná deriva de las voces: Oyú (ojo, ojos) y Oná (camino), para significar aproximadamente: - “El ojo que vigila el camino” - “Ojos que vigilan el camino” - "La que con sus ojos vigila el camino" / “El que con sus ojos vigila el camino” - "La que con sus ojos vela en el camino" / “El que con sus ojos vela en el camino” APLICACIÓN DEL TÉRMINO OYÚGBONÁ Oyúgboná es un término colectivo, válido para designar al sujeto en singular así como en plural, y que puede ser aplicado a damas y a caballeros, porque en Regla de Ósha, Oyúgboná puede ser mujer, o puede ser varón. Si Oyúgboná es mujer, es Iyáwoná. Y se le puede llamar Oyúgboná, así como Iyáwoná. Y será la “Segunda Madrina” o segunda madre de quien llegó a la consagración bajo su auspicio. La voz Iyáwoná deriva de las voces: Iyá (madre) y Oná (camino), para significar aproximadamente: “la madre que acompaña en el camino”. Si Oyúgboná es varón, es Babáwoná. Y se le puede llamar Oyúgboná, así como Babáwoná. Y será el “Segundo Padrino” o segundo padre de quien llegó a la consagración bajo su auspicio. La voz Babáwoná deriva de las voces: Babá (padre) y Oná (camino), para significar aproximadamente: “el padre que acompaña en el camino”. PERÍODO DE TIEMPO DE ACTIVISMO DE OYÚGBONÁ Siempre se ha enfatizado la importancia de Oyúgboná en el período de yawó, y ello ha conducido a que se terminara desvirtuando y desconsiderando el período real de activismo de Oyúgboná. Oyúgboná debe cumplir sus funciones durante el período de dependencia religiosa de quien está bajo su auspicio, período que tiene tres etapas bien definidas: - antes de la consagración - durante el proceso consagratorio, y - después de la consagración, durante el tiempo restante de dependencia religiosa Se define como período de dependencia religiosa, al período de tiempo que, para la persona que se consagra, se extiende desde el momento en que queda en la condición de “amarrado” o “amarrada”, o “atrapado” o “atrapada” por “el Santo” o por “La Ósha”, hasta el tiempo del fin de su dependencia religiosa, que está determinado por el tiempo en que la persona consagrada alcanzó su propia autonomía. Se define como autonomía propia, la condición que se alcanza cuando la persona consagrada puede moverse libremente en el círculo interno de la comunidad de seguidores de Ósha, sin compañía de mayores y sin supervisión. Esta condición de autonomía propia se alcanza cuando se cumplen los tiempos y eventos que se mencionan a continuacion: - ebbó metá o ebbó del tercer mes - presentación ante Añá, el Espíritu del Tambor - completamiento del período de yawó (con la llegada del primer aniversario de su nacimiento en la Ósha). — con Alcira Garcia y Francelia Olivares. Foto: Hola amigos de la religión yoruba,santera y ifa hoy quiero compartir tres capitulos sobre la Importancia de la OYÚGBONÁ. OYÚGBONÁ ÓSHA CONSIDERACIONES PRELIMINARES Toda persona que se consagra en Regla de Ósha, siempre ha de tener dos madrinas, o dos padrinos, o una madrina y un padrino, y estos son: 1. Una sacerdotisa o un sacerdote de quien nace directamente, que tuvo la responsabilidad de dar origen a una consagración desde la suya, prolongando su línea religiosa personal y perpetuando el ashé ancestral de su linaje, y que tiene la responsabilidad de cuidar a su omó (hijo, hija), y atenderle. Si la consagración de yawó nace de sacerdotisa mujer, ella es su Iyáré Ósha, o en su forma contraída, su Iyárósha, término que posteriormente mutó a Iyálósha (madrina o madre de Ósha). Si la consagración de yawó nace de sacerdote varón, él es su Babáré Ósha, o en su forma contraída, su Babárósha, término que posteriormente mutó a Babálósha (padrino o padre de Ósha). 2. Una sacerdotisa o un sacerdote que asumirá funciones especiales y decisivas, a quien se le llamaOyúgboná Ósha. DEFINICIÓN DE OYÚGBONÁ ÓSHA Se define como Oyúgboná Ósha a la sacerdotisa o al sacerdote que asume la responsabilidad de supervisar, conducir y acompañar, al devoto que se consagra en la Regla de Ósha, y a la sacerdotisa o al sacerdote que procreará la consagración, en cada uno de los pasos preparatorios, previos a la consagración, y que además, hace seguimiento al camino religioso de la persona consagrada en su etapa de dependencia religiosa. ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO OYÚGBONÁ Los términos “yimbona”, “yubon”, “yurbona”, y otros similares que han sobrevivido en el argot popular, deberían desecharse completamente. El mejor acercamiento a la palabra apropiada es Oyúgboná. La voz Oyúgboná deriva de las voces: Oyú (ojo, ojos) y Oná (camino), para significar aproximadamente: - “El ojo que vigila el camino” - “Ojos que vigilan el camino” - "La que con sus ojos vigila el camino" / “El que con sus ojos vigila el camino” - "La que con sus ojos vela en el camino" / “El que con sus ojos vela en el camino” APLICACIÓN DEL TÉRMINO OYÚGBONÁ Oyúgboná es un término colectivo, válido para designar al sujeto en singular así como en plural, y que puede ser aplicado a damas y a caballeros, porque en Regla de Ósha, Oyúgboná puede ser mujer, o puede ser varón. Si Oyúgboná es mujer, es Iyáwoná. Y se le puede llamar Oyúgboná, así como Iyáwoná. Y será la “Segunda Madrina” o segunda madre de quien llegó a la consagración bajo su auspicio. La voz Iyáwoná deriva de las voces: Iyá (madre) y Oná (camino), para significar aproximadamente: “la madre que acompaña en el camino”. Si Oyúgboná es varón, es Babáwoná. Y se le puede llamar Oyúgboná, así como Babáwoná. Y será el “Segundo Padrino” o segundo padre de quien llegó a la consagración bajo su auspicio. La voz Babáwoná deriva de las voces: Babá (padre) y Oná (camino), para significar aproximadamente: “el padre que acompaña en el camino”. PERÍODO DE TIEMPO DE ACTIVISMO DE OYÚGBONÁ Siempre se ha enfatizado la importancia de Oyúgboná en el período de yawó, y ello ha conducido a que se terminara desvirtuando y desconsiderando el período real de activismo de Oyúgboná. Oyúgboná debe cumplir sus funciones durante el período de dependencia religiosa de quien está bajo su auspicio, período que tiene tres etapas bien definidas: - antes de la consagración - durante el proceso consagratorio, y - después de la consagración, durante el tiempo restante de dependencia religiosa Se define como período de dependencia religiosa, al período de tiempo que, para la persona que se consagra, se extiende desde el momento en que queda en la condición de “amarrado” o “amarrada”, o “atrapado” o “atrapada” por “el Santo” o por “La Ósha”, hasta el tiempo del fin de su dependencia religiosa, que está determinado por el tiempo en que la persona consagrada alcanzó su propia autonomía. Se define como autonomía propia, la condición que se alcanza cuando la persona consagrada puede moverse libremente en el círculo interno de la comunidad de seguidores de Ósha, sin compañía de mayores y sin supervisión. Esta condición de autonomía propia se alcanza cuando se cumplen los tiempos y eventos que se mencionan a continuacion: - ebbó metá o ebbó del tercer mes - presentación ante Añá, el Espíritu del Tambor - completamiento del período de yawó (con la llegada del primer aniversario de su nacimiento en la Ósha).




miércoles, 12 de febrero de 2014

OSHUN LA DIOSA DEL AMOR


Ochún: (Virgen de la Caridad del Cobre) - Dueña de la feminidad, la sexualidad y de los ríos. Antes se hartará el fuego de la madera y el mar del agua que Ochún de los hombres. El placer vive en sus pechos. Tiene nombre de río. Diosa y santa de corona, es ante todo hembra, más terrenal que divina. Alegre, voluble, coqueta y voluptuosa, bailadora y tambolera. Cuando se enoja es inclemente y riéndose mata ahogando. Clava con un martillo el amor y el deseo en el corazón de la gente. Se le atribuye el color amarillo.


El mito de Oshún la diosa del amor y las aguas dulces, en el panteón Yoruba ha crecido como han crecido sus seguidores. Magnificada por su compleja historia y temida por su severidad cuando no se cumple lo prometido, nos recuerda que el agradecimiento es unos de los valores humanos que mas aprecia . Es la mística Oshún muy afamada en nuestra isla de Cuba por sus grandes milagros, a ella debemos encomendarnos para que nos envie su dulzura, para aliviar la violencia de estos tiempos, para apelar a la tolerancia. Se le atribuye el arte de la coquetería femenina y se le considera la bella entre las bellas. Es sin dudas la Venus del panteón Yoruba.

 Es Oshún la deidad de los hechizos de amor, pródiga por su bondad para dar riquezas materiales. La bella orisha comparte con sus hijos un sin fin de recetas para cubrirnos con un manto de amor y ternura.
Las obras a Oshún se deben realizar de preferencia los días 5, 10, 15, 25 del mes, también viernes o sábados, antes de que se oculte el sol. La rogatorias durarán 5 días

Oshún  SINCRETIZA (Virgen de la Caridad)
Reina las aguas dulces del mundo, los arroyos, manantiales y ríos, personificando el amor y la fertilidad.
Ella es también a quien nosotros acudimos en busca de ayuda en asuntos monetarios.

Es la mas joven de los orishas femeninos, pero retiene el titulo de Iyalode o gran reina. Oshún cura con sus dulces aguas y con la miel, de la cual es también poseedora.

Una vez salvó al mundo seduciendo a Ogún para que saliese de los bosques, utilizando todas sus artes femeninas para ello. Y, en su camino o manifestación como Ibu Kole, salvo al mundo de la sequía volando hasta el cielo (en el proceso, se convirtió en un buitre).

Oshun es un Orisha Femenino. Representa la lucha de la Vida. Es la dueña del Río. Es la Diosa del Amor. Nació de una Concha muy bonita a la orilla del Río y Mar viste de blanco y amarillo. Es hija de Nana Buruku
Y Olofín. Oshun tuvo hijos con Oduduwa, Orunmila e Inle.
tuvo a Oloshe (niña), con Orunmila tuvo a Paroye (niña), y con Inle tuvo a Logun Ede (androgino).

Oshun es la que cuida el Ojubo de Oduduwa y Yewa, por ello aunque nace en Oshe Tura, que es su odun Isalaye, alcanza su poder de Eggun en Irete Yero, que es el odun del Ojubo.
Oshun, al principio de la tierra, era cocinera de los Orishas,
estos no la consideraban y ella trastornaba todos sus polvos
hasta que hubo que considerarla.
Es el único Orisha, que siendo menor puede suplir a todos,
inclusive a Obatalá.

Oshun vivió con Ayaguna, pero tuvo que dejarlo debido a la
lo que este comía, que  para ella es tabú. También vivió con
Osaín, Shango, Shakuana, Orunmila, Agayú, Orishasoko, Oduduwa, e Inle. El hombre que le satisface es Inle y el que le
conviene es Orunmila, pues en ese camino se Corona.
Oshun es muy famosa por su participación en la creación del Feto en el útero, ella preside el Embrión junto con Jemaya, y Obatalá es el escultor que le da forma humana y le da el Ashé

HISTORIA DE OCHUN
Dice la historia africana que Ochun es la dueña de oro, del rio,  es la mensajera de Olofin, que por su intervención salvó al mundo, la niña mimada de los santos. Tiene entre sus múltiples facetas la de haber hecho la primera lámpara de calabaza (bailando con ella en la cabeza con una luz).
Ochun empezó a hacer milagros curando mujeres en el río con calabazas y millo y en uno de sus milagros aparecieron los jimaguas y le hicieron “oro”, con rezos, santos, cascabeles y campanillas fueron cantando hasta un calabazar.


OTRA HISTORIA DE OCHUN
Oyá quería a Changó para ella sola pues sufría cuando salía éste. Para impedir que se fuese de su lado, llamó a los “MUERTOS”, rodeó la casa de IKUS así tuvo a Changó prisionero. Cada vez que éste abría la puerta tratando de salir, los muertos venían a su encuentro chillando. IFULLI, Changó se retiraba y  cerraba la puerta. Un día que Ochun fue a verle en ausencia de Oyá.
Changó se quejó de la situación en que se hallaba. Ochun buscó una botella de aguardiente, añí y efun, pinto a Changó con la cascarilla y al muerto que estaba de guardia en la puerta lo emborrachó con otí y lo endulzó con oñí coqueteándole al Iku y éste empezó a enamorar a Ochun, creido que iba a conquistar mientras Changó pintarrajeado de blanco se pudo librar de los MUERTOS que no lo reconocieron y escapó de Oyá.


OTRA HISTORIA DE OCHUN
Ochun salvo a Orula en cierta ocasión con 5 pañuelos , ya que sus enemigos querían matarlo por envidia. Ochun se enteró donde estaba Orula prisionero presentándose ante el caracolero, el cual lo emborrachó con oti y lo endulzó con oñi, y cuando éste creía que Ochun estaba enamorada de él y creyendo que la ocasión de que el carcelero se había emborrachado y le quitó las llaves y se introdujo donde estaba preso Orula, disfrazándolo con los pañuelos y según dicen la historia el último de los pañuelos utilizados era el menstrue quedando completamente desnuda ante Orula el que al verla así se enamoró de ella, llegando Ochun a hacer su mujer despues de haberlo liberado de su encierro.

OTRA HISTORIA DE OCHUN
Se dice en esta historia que Obatalá hacía todos los esfuerzos junto con el resto de los santos trantando de sacar a Ogun del monte donde éste se había internado. Cuando ya todos los santos habían fracasado en su empeño de sacar a Ogun del monte, se presentó Ochun en el momento ante el bravío guerrero sacándolo del monte para la cual utilizando una jícara con miel de abeja (oñi), cantándole y poniéndole oñi en los labios, él fue siguiéndola detrás hasta la ciudad y allí lograron encadenarlo y llevarlo hasta la presencia de Obatalá. Triunfando Ochun donde los demás santos habían fracasado.


OTRA HISTORIA DE OCHUN
Dice esta historia que estando Ochun en un pueblo de Africa, había pronosticado que llovería del cielo bastante moneda, y el pueblo salió y la recogía, más tarde dijo que llovería alimento y el pueblo salió y lo recogió; después dijo: que lloverían machetes y toda clase de armas, pero nadie las recogió, saliendo entonces Ochun y las recogió. Más tarde hubo una guerra y la gente del pueblo no tenía armas para defenderse y tuvieron que comprárselas a Ochun que se quedó con el dinero.
OTRA HISTORIA DE OCHUN
Se dice en esta historia que los africanos, que Olofin al repartir los aches, le concedió a Babalu aye la potestad de ser el dueño de las mujeres, o sea, de ser el que más mujeres conquistara.
Babalú Aye se envaneció por eso y no quiso respetar la bastence conocida abstinencia de los jueves santos. Por tal motivo se hubo de enfermar de lepra, lo cual le costó la muerte poco después.
Ochun, fue a ver a Olofin y le rogó por él, logrando que Olofin resucitase por lo cual San Lázaro en Africa es un santo que ha resucitado entre los muertos. Por eso los hijos de esta letra donde habla San Lázaro son hijos de él y tienen que ver con los muertos.


PATAKI DE OSHUN
Oyá y Ochún fueron buenas hermanas en una época muy remota, vivían en una tribu tres hermanas: Yemayá, Ochún y Oyá, quienes, aunque muy pobres, eran felices. La mayor, Yemayá, se adentraba en el mar y pescaba para sostener a las otras dos hermanas; como Ochún cuidaba de la más pequeña, iba al río, cogía peces y piedras y los vendía. Las tres hermanas se adoraban y vivían una para otra. Un buen día, enemigos de la tribu invadieron su territorio y arrasaron con todo. Como Ochún acostumbraba a amarrar a Oyá para que no se perdiese o hiciera alguna travesura mientras ella nadaba y se sumergía en el río, no sintió los gritos de Oyá, ni tampoco Yemayá, quien estaba muy lejos, en la costa. Así, los enemigos se llevaron a Oyá como rehén.
Las dos hermanas se impresionaron tanto con la captura de la pequeña que Ochún, enferma de melancolía se consumió lentamente. Pero había logrado conocer cuánto le costaría liberar a su hermana Oyá, y fue guardando poco a poco monedas de cobre. Por fin llegó el momento de cerrar la transacción de rescate con el jefe de la tribu enemiga.
Este, quien sabía que Ochún era muy pobre, aceptó el dinero, pero le dijo que duplicaba el precio de la niña. Ochún cayó de rodillas, suplicó y lloró, pero el jefe, perdidamente enamorado de ella, le pidió su virginidad a cambio de la libertad de su hermana.
Por el amor que profesaba a Oyá, Ochún accedió. Ya ambas, de regreso a la casa, le contaron todo a Yemayá, y ella, en reconocimiento al gesto generoso de Ochún y para que Oyá nunca olvidara el sacrificio de su hermana, adornó la cabeza y los brazos de la pequeña con monedas de cobre.
Mientras Oyá estaba cautiva, Olofi había repartido los bienes terrenales entre los habitantes de su tribu: a Yemayá la hizo dueña absoluta de los mares; a Ochún, de los ríos; a Oggún, de los metales, y así sucesivamente. Pero como Oyá no estaba presente, no le tocó nada. Ochún imploró a su padre que no la omitiera de su representación terrenal. Olofin, que quedó pensativo al percatarse de la justeza de la petición, recordó que sólo quedaba un lugar sin dueño: el cementerio. Oyá aceptó gustosa, y así se convirtió en ama y señora del camposanto.
Por eso, Oyá tiene herramientas de cobre para mostrar su eterno agradecimiento al sacrificio de Ochún, come a la orilla del río, como recuerdo de su niñez. Foribale Ochún, Foribale Yemayá, Foribale Oyá.

Porque Oshun quiere tanto a Yemaya?

Yemayá sentía un inmenso amor por su hermana Oshún, según nos muestra una leyenda en que Oshún, la bella entre las bellas, era una reina muy rica que presumía de su espléndida figura, de sus joyas, de sus ricos vestidos y de su sedosa y larga cabellera. Pasaba largas horas mirándose al espejo o viendo reflejado su rostro en las claras aguas del río que lleva su nombre, mientras se peinaba y volvía a peinar los largos cabellos que eran su orgullo.
Su reino fue eje de sangrientas guerras de conquistas; a Oshún no le quedó más remedio que huir y abandonarlo todo. A partir de ese momento, grande fue su pobreza y mayor aún los trabajos que pasó. De sus magníficos sólo le quedó uno que de tanto lavarlo y volverlo a lavar en las aguas amarillas del río, tomó ese color; tuvo que vender sus joyas para poder comer; y para colmo, del sufrimiento se le cayó el pelo. Oshún, la bella entre las bellas, se vio de golpe sola, pobre, esclava y en la peor miseria.
Pero Oshún no estaba sola. Como todos los ríos desembocan en el mar y en su fondo vive la hermana mayor de Oshún, Yemayá, la dueña de todas las riquezas del mundo y la persona que más amaba a Oshún sobre la tierra, hasta ella llegaron las lágrimas y quejas de su hermana, arrastradas por el río. Rauda partió Yemayá a tratar de remediar la situación y cuál no sería su sorpresa al encontrar a su querida hermana destruida material y espiritualmente.
“No llores más, Oshún. Tus lágrimas se me clavan en el corazón. Reina fuiste y reina volverás a ser por la gracia de Olofi. De hoy en lo adelante, te pertenecerá todo el oro que se encuentra en las entrañas de la tierra; todos los corales que hay en el fondo del mar serán tuyos para que te adornes con ellos; no volverás a trabajar como las esclavas sino que te sentarás en un trono dorado y te echarás fresco, como corresponde a las reinas, con un abanico de pavo real, animal que es mío, pero que pasará a ser tuyo desde el día de hoy. Y para que no te atormentes más, mira: ves mi cabellera? Recuerdas que ella era mi orgullo, lo mismo que la tuya era para ti? Aquí la tienes. Hazte una peluca con ella para que nadie te vea en ese estado y puedas esperar dignamente hasta que el pelo te crezca”.
Así le dijo Yemayá a su querida hermana Oshún, mientras, que con lágrimas en los ojos, se cortaba, en sacrificio, su frondosa cabellera. Desdde ese día Oshún defiende siempre a las hijas de Yemayá y Yemayá a las de Oshún. Esa es la causa por la cual ni las hijas de Yemayá, ni las de Oshún deben cortarse mucho el pelo.

HISTORIA DE OCHUN

Dice la historia africana que Ochun es la dueña de oro, del rio, la mensajera de Olofin, que por su intervención salvó al mundo, la niña mimada de los santos. Tiene entre sus múltiples facetas la de haber hecho la primera lámpara de calabaza (bailando con ella en la cabeza con una luz).
Ochun empezó a hacer milagros curando mujeres en el río con calabazas y millo y en uno de sus milagros aparecieron los jimaguas y le hicieron “oro”, con rezos, santos, cascabeles y campanillas fueron cantando hasta un calabazar. (la calabaza es vientre por eso el que padezca el no debe comerla mucho).
La primera cazuela de “Chango “ fue una calabaza (mucho antes de la cazuela de barro, la “ganga” se guardó en una calabaza.).
Después del “diluvio” los babalaos registraron en oyo  para averiguar quien eran los reyes. A Babá bajó el hombre de abeyi le dieron el reino de daome, pero no sabía ningún camino sino EGUEYUKO (manigual, comenzando las cosechas y nació la calabaza, que señaló el camino de Oyó a la ome bendijeron el terreno, le dieron de comer e hicieron una ciudad. Quedó babalu aye en daome como rey) ( Aseyi fe Mayi, Agrenica, Nobitasa). Todo el mundo tocó el suelo con las manos y el rumbo lo dio el tallo de “Alaguede”.
Ochun guarda su brujería en ella y su brujería y dinero lo guarda dentro de una calabaza en el río.


OTRA HISTORIA DE OCHUN

Ollá quería a Changó para ella sola pues sufría cuando salía éste. Para impedir que se fuese de su lado, llamó a los “MUERTOS”, rodeó la casa de IKUS así tuvo a Changó prisionero. Cada vez que éste abría la puerta tratando de salir, los muertos venían a su encuentro chillando. IFULLI, Changó se retiraba y  cerraba la puerta. Un día que Ochun fue a verle en ausencia de Oyá.
Changó se quejó de la situación en que se hallaba. Ochun buscó una botella de aguardiente, añí y efun, pinto a Changó con la cascarilla y al muerto que estaba de guardia en la puerta lo emborrachó con otí y lo endulzó con oñí coqueteándole al Iku y éste empezó a enamorar a Ochun, creido que iba a conquistar mientras Changó pintarrajeado de blanco se pudo librar de los MUERTOS que no lo reconocieron y escapó de Oyá.


OTRA HISTORIA DE OCHUN

Ochun salvo a Orula en cierta ocasión con 5 pañuelos , ya que sus enemigos querían matarlo por envidia.
Ochun se enteró donde estaba Orula prisionero presentándose ante el caracolero, el cual lo emborrachó con oti y lo endulzó con oñi, y cuando éste creía que Ochun estaba enamorada de él y creyendo que la ocasión de que el carcelero se había emborrachado y le quitó las llaves y se introdujo donde estaba preso Orula, disfrazándolo con los pañuelos y según dicen la historia el último de los pañuelos utilizados era el menstrue quedando completamente desnuda ante Orula el que al verla así se enamoró de ella, llegando Ochun a hacer su mujer despues de haberlo liberado de su encierro.
OTRA HISTORIA DE OCHUN

Se dice en esta historia que Obatalá hacía todos los esfuerzos junto con el resto de los santos trantando de sacar a Ogun del monte donde éste se había internado. Cuando ya todos los santos habían fracasado en su empeño de sacar a Ogun del monte, se presentó Ochun en el momento ante el bravío guerrero sacándolo del monte para la cual utilizando una jícara con miel de abeja (oñi), cantándole y poniéndole oñi en los labios, él fue siguiéndola detrás hasta la ciudad y allí lograron encadenarlo y llevarlo hasta la presencia de Obatalá. Triunfando Ochun donde los demás santos habían fracasado.


OTRA HISTORIA DE OCHUN

Dice esta historia que estando Ochun en un pueblo de Africa, había vaticinado que llovería del cielo bastante moneda, y el pueblo salió y la recogía, más tarde dijo que llovería alimento y el pueblo salió y lo recogió; después dijo: que lloverían machetes y toda clase de armas, pero nadie las recogió, saliendo entonces Ochun y las recogió. Más tarde hubo una guerra y la gente del pueblo no tenía armas para defenderse y tuvieron que comprárselas a Ochun que se quedó con el dinero.


OTRA HISTORIA DE OCHUN

Se dice en esta historia que los africanos, que Olofin al repartir los aches, le concedió a Babalu aye la potestad de ser el dueño de las mujeres, o sea, de ser el que más mujeres conquistara.
Babalú Aye se envaneció por eso y no quiso respetar la bastence conocida abstinencia de los jueves santos. Por tal motivo se hubo de enfermar de lepra, lo cual le costó la muerte poco después.
Ochun, fue a ver a Olofin y le rogó por él, logrando que Olofin resucitase por lo cual San Lázaro en Africa es un santo que ha resucitado entre los muertos. Por eso los hijos de esta letra donde habla San Lázaro son hijos de él y tienen que ver con los muertos.


OSHÚN TIRA LOS CARACOLES

Oshún, a la que también se le conoce por Iyalode, la diosa de la miel, de la dulzura y también del owó, era la apetebí de Orula, su esposa legítima y su acólita en los días que el adivino debía consultar el oráculo a petición de sus clientes.

De tanto oír al marido invocar a todos los orishas y de verlo manipular los caracoles, que, por aquel entonces, eran el instrumento preferido de Orula, algo se le fue quedando en la memoria. Poco a poco fue aprendiendo las letras que salían a los clientes de acuerdo a la posición en que caían los dieciséis cauris.

Un día, después de Orula haber salido a una gestión, Oshún se puso a ensayar con los instrumentos sagrados. Así pudo comprobar que también ella podía consultar si lo deseaba.

A la mañana siguiente Orula tuvo que salir de nuevo, y Oshún, que se aburría mucho, aprovechó la oportunidad para consultar a varías personas que vinieron en busca del marido. El hecho comenzó a repetirse cada vez que Orula tenía que hacer gestiones en la calle.

Eleguá, que de inmediato comenzó a sospechar que algo anormal estaba ocurriendo allí, espió a la mujer. Tan pronto comprobó lo que sucedía fue a entrevistarse con Oshún para reclamarle lo que le correspondía de acuerdo al convenio que él tenía con Orula.

Oshún se negó rotundamente a darle al travieso Eleguá nada de lo que había ganado en sus consultas. Este, en venganza, esperó a Orula en la esquina y se lo contó todo.

Orula estuvo varios días sin salir. Pero al fin, una mañana, hizo como si fuera a ausentarse varias horas, salió y estuvo escondido por los alrededores. Cuando pudo observar que varias personas habían entrado en la casa, regresó de inmediato.

Allí se encontró a Oshún que leía con desenfado el oráculo, impartía consejos y ordenaba ebó, tal como si fuera él.

–Oshún, ¿qué estás haciendo? –preguntó impaciente el babalawo. La mujer, que se disponía a tirar los caracoles, los soltó sobre la estera como si le quemaran las manos. Cayeron doce bocarriba.

Orula se acercó y le dijo:

–Está bien. Ya que aprendiste, te autorizo a usar los caracoles, pero sólo podrás interpretar las letras hasta el doce, el resto tendrán que consultármelos a mí.

LA PROTEGIDA DE OSHÚN

Oshún había acabado de dar a luz a los Ibeyis y su cuerpo comenzó a perder la forma agradable y tersa que tanto gustaba a los hombres. Ya su vientre no era aquel que tanto se disputaron los más apuestos varones. Se pasaba los días mirándose en el espejo y no cesaba de llorar ni de buscar los más disímiles remedios para recuperar la belleza perdida. Ensayó baños que le recomendaron y se procuró yerbas de distintas procedencias y propiedades. Pero todo resultaba inútil.
Al fin, se le ocurrió que comenzaría a aplanarse el vientre con un objeto redondo y fue al bosque en busca de algún fruto que tuviera el tamaño adecuado para ello.
Allí encontró la güira, pero tras varios días de uso, el fruto empezó a secarse y las semillas que llevaba en su interior sonaban. Aquello perturbaba tanto a la diosa que desistió de seguir usando un instrumento tan molesto.
A los pocos días se puso a caminar y en un yerbazal cerca de su casa encontró un fruto parecido a la güira pero amarillo, que es su color preferido. Comenzó a frotarse el vientre con él y resultó de su agrado. Fue así que, Calabaza, le sirvió a Oshún para recuperar la belleza de su figura y desde entonces se convirtió en su protegida.
La auyama o calabaza  no solo sirve para belleza si no para cualquier trastorno del vientre y parte reproductora, muy buena y eficaz para ´los embarazo

LA INFIDELIDAD DE OSHÚN

Orula estaba casado con Yemayá, pero en una ocasión que se encontraba en el campo buscando alguno de los ingredientes que necesitaba para trabajar su Ifá, se encontró con Oshún.

La hermosa mujer ejerció sobre él un hechizo fulminante. Tras un rato de conversación, el adivino la invitó a hacer el amor a lo que la mujer accedió gustosa.

–¿,Dónde vamos a ir? –dijo Oshún con su voz dulcísima que envolvía a Orula–. Aquí nos pueden ver.

Caminando, encontraron un pozo cuyo brocal estaba cubierto por un calabazar muy tupido y el hombre decidió que aquél era el lugar más apropiado.

Yemayá, que había salido al campo en busca de provisiones para su hogar, pasó por allí cerca, vio aquellas apetitosas calabazas y se acercó a tomar algunas. Oyó voces y comenzó a buscar de dónde provenían.

No tardó mucho la dueña de los océanos en descubrir la infidelidad que estaba cometiendo su marido dentro de aquel pozo oculto.

–Oshún –dijo Yemayá indignada–, ¿tú que eres mi hermana?

La noticia corrió como pólvora. Todos los orishas supieron de la aventura del viejo Orula con su cuñada.

Oshún, avergonzada, sufrió tanta pena que nunca más probó una calabaza para no recordar aquel incidente.

OSHÚN Y MAJÁ

Oshún era la esposa de Ogún, el temible orisha del hierro y las fraguas. Un día en que se sentía mal del estómago consultó al dilogún y le salió que tenía que hacer rogación con ekú, eyá, epó, akukó y poner cuatro trampas en su casa.

Sucede que Majá, que era hijo de Ogún, entraba todos los días subrepticiamente a la casa, comía millo, y luego tomaba agua de la tinaja de Oshún. Como Oshún tenía prohibido comer millo, al tomar del agua que Majá contaminaba se había enfermado.

Aquel día Majá entró en la casa y luego de disfrutar del banquete que había preparado Oshún, quiso salir por uno de los resquicios que utilizaba con frecuencia. Pero como ahora estaba más gordo y Oshún había puesto la trampa, no pudo salir.

Fue así como la dueña de la casa lo sorprendió y le prohibió que volviera a entrar allí.


EL OWÓ DE OSHÚN

Oshún quiso saber cómo andaban las cosas en el mundo y comenzó un recorrido. Lo primero que encontró fue que había gran pobreza. En todas partes unos tenían mucho dinero y otros se morían de hambre.

Compadecida de los pobres, el corazón de la diosa se llenó de piedad y comenzó a regalar dinero a los que encontraba.

Todos los necesitados que resultaron favorecidos, fueron al mercado a comprar ropas y comida. Los comerciantes desconfiaron de aquel dinero, aparecido milagrosamente, y fueron a quejarse a Olofin.

Olofin, sin pensarlo, ordenó, con toda severidad, que la moneda dc Oshún fuera la única que tuviera validez en la tierra. Por eso se dice que Oshún es la dueña del owó (dinero).

LA LÁMPARA DE CALABAZA

Olofin había hecho a los hombres y Olorun, el Sol, les daba la luz para que crecieran, trabajaran y con el fruto obtenido pudieran comer y vestir.

Pero la luz del Sol sólo duraba la mitad del tiempo. Luego venía la noche, larga y aburrida, en la que los hombres no podían casi ni moverse porque la oscuridad se lo impedía. A veces la luna iluminaba un poco, pero no era lo suficiente para alegrar a los humanos.

Viendo Oshún que también en la noche los hombres necesitaban disfrutar mejor de sus vidas, se le ocurrió un plan. Fue a ver a Olofin y con su dulce voz le explicó:

–Babá, los hombres también necesitan luz por las noches y a mí se me ha ocurrido hacer una lámpara de calabaza y entregársela.

–Yo te dejaría hacerlo –repuso Olofin– pero, para que te autorice a ello, ¿qué me das tú a cambio?

La diosa habló al oído del Supremo Hacedor, el que sonrió pícaramente.

Días después Olofin convocó a todos los orishas a una fiesta en su palacio. Oshún bailó para todos con su piel ungida de oñí y la lámpara ideada por ella en la cabeza. Los asistentes quedaron muy contentos y Olofin terminó diciendo públicamente:

–Oshún está autorizada a entregar a los hombres esa lámpara de calabaza, para que se iluminen por las noches.