HISTORIA DE OBATALA

OTRA HISTORIA DE OBATALA

En esta historia OBATALA tiene dudas acerca de la sabiduría de sus hijos (Oluos, Babalaches é Illalechas). Estando preocupado por esto se le acerca Elegua y le pregunta. Babá, que en piensas?. Él le respondió: Hijo tengo dudas de la sabiduría de mis hijos y los que me siguen y de sus firmezas y convenciones de lo que yo le he enseñado. Elegua le respondió: Babá, porque Ud., no los pone a prueba?. Ud., debe fingirse muerto para ver la reacción de ellos, respondiéndole Obatalá. Tienes razón hijo mío, así lo haré. Días después Obatalá se decidió a hacer lo que Elegguá le había aconsejado. Se fingió muerto y ordenó que se le tendiera en su casa para velarle y así poder comprobar por sí mismo la sabiduría y firmeza que tenían sus hijos y discípulos, sobre todo, lo que él le había enseñado y predicado hasta entonces, poniendo a Elegguá en la esquina para que se lo fuera diciendo a todo el que pasara por ahí. Elegguá así lo hizo, se paró en la esquina del Ilé de Obatalá fingiendo que lloraba y que estaba muy triste y según se iban acercando los hijos de Obatalá y sus discípulos, estos le preguntaban él porque él lloraba y él les respondió , porque Babá ha muerto y lo están velando. Todos aceptaron lo dicho por Elegguá y se apresuraron a ir a la casa de éste para participar del velorio, sin que ninguno se percatara de que era un acto fingido. Más tarde se le acercó un ALEYO a Elegguá y le preguntó el motivo de su tristeza y su llanto. Elegguá le respondió lo mismo que a los demás. Pero el ALEYO le respondió: IMPOSIBLE BABA NO PUEDE HABER MUERTO, NO LO CREO Y se dirigió al lugar donde éste estaba tendido y acercándose al féretro y dirigiéndose a Obatalá en lengua le dijo: Babá Ud., no puede estar muerto ya que si Ud., muriera todo el mundo se acabaría, así es que levántese y no finja más. 

Obatalá se levantó y dijo MAFEREFUN AL ALEYO, que es el único que no ha creído en mi muerte y ha demostrado ser más firme en sus creencias que todos ustedes pese a ser mis hijos y haberles enseñado. De ahora en lo adelante tendrán que rendirle Maforibale al Aleyo , que ha demostrado ser más sabio que ustedes. Desde entonces hay que tener en cuenta las palabras de los Aleyos que de corazón hacen por esta religión.

OTRA HISTORIA DE OBATALA

Oú Odede (la flor del algodón), tiene el envidiable privilegio de ser capa y manto de Obatalá, de envolverlo perennemente, de vivir pegado al ORISHANLA. Este honor provocó una envidia terrible en los Eiyé (los pájaros) los cuales se entrevistaron con el sol y la luna para calumniar al pobre algodón. A uno le pidieron que lo quemase con su fuego y a la otra que le secase con su frialdad. Más triunfó la inocencia del cándido Oú Odede, que a punto de perecer hizo ebbó y los pájaros quedaron ante Obatalá como intrigantes perversos y despreciables. Obatalá dispuso entonces que cuando estos atacaran al algodón se hincaran los ojos con sus capullos que Babá Arube le había dotado de las espinas pequeñas para su defensa.

Dice esta historia que Obatalá no come sal, por culpa de Babalú Ayé (SAN LAZARO), éste vivía en el monte y llegó a casa de Obatalá cuando todos habían comido, quedaba un plato de comida que era de Obatalá y éste se lo dio. Cuando fue a cocinar para comer él se le había acabado la sal, sin la cual se sirvió.