HISTORIA ELEGGUA ERA MUY POBRE
Se cuenta que una vez hallándose muy pobre, carente de zapatos y dinero, se decidió a pedirle a Obatalá que le permitiera limpiarle y barrerle su Ilé a cambio de un poco de dinero. Los primeros días (escoba nueva barre bien) limpió admirablemente la casa. Obatalá le pagó y Elegguá se fue al baile. Al día siguiente cansado de una mala noche, tuvo que volver a cumplir sus obligaciones con Obatalá y como todas las noches bailaba y bebía, todo lo que hacía le salía mal y de mala gana pues estaba cansado; la limpieza dejaba mucho que desear, por lo cual Obatalá enfermó y temeroso de despedir a Elegguá llamó a Orula, quien dijo ( después de consultar antes a su Ekuele).
Qué el muchacho que estaba en su Ilé debía marcharse cuanto antes, pues de lo contrario no recobraría la salud por la gran cantidad de polvo y basura acumulada. Más Obatalá para no indisponerse con el peligrosísimo criado, esperó a que se celebrara una nueva fiesta y dándole una cantidad apreciable de eguó (que no era entonces monedas, sino caracoles) le dijo: Toma este dinero y no me debes nada, ve a bailar y visítame de vez en cuando, Obatalá en su casa limpió se repuso rapidamente.
Aquí hace referencia que la siciedad, la tierra, el polvo trae enfermedad por mlo que hay que tener la casa limpia.
OTRA HISTORIA ELEGGUA Y ORULA
En un principio, Olofi, antes de distanciarse del mundo le dijo a cada Orischa que le dejaría una misión. Repartió los empleos y Elegguá como es tan vagabundo, se quedó sin desempeñar alguno. Andando el tiempo se le quejó a Changó de su situación: a este le había tocado a Ifá en el reparto, pero como era muy joven y rumbero (existían enfermos en el mundo pero no habían médicos) le había traspasado IFA a Orula. Dijo Elegguá: Changó ando por ahí sin ocupación fija. Tengo que predicar para mantenerme Changó llevó a Elegguá a casa de Orula y le dijo al viejo; este será tu centinela, estará siempre vigilante a las puertas de tu casa a cambio de que le des de comer. Orula se quedó con Elegguá y le dio el cuidado de su puerta.
Pero como Elegguá no comía todo lo que él quería y veía a Orula adivinando, se enceló y le dijo: Yo también quiero hablar un poco y ganar algo. Tú tienes todo lo que necesitas, que mas quieres, le contestó Orula.
Al día siguiente llaman a la puerta. Está Orula? Orula estaba en casa pero Elegguá contestó: No está. Y a todo el que tocaba Elegguá le contestaba lo mismo. Pasaron varios días en esta situación y Orula acostumbrado a aconsejar a todo el mundo y a mejorar eguó le preguntó a su guardiero. ¿Es posible que la gente no venga a verme? Vienen pero yo no los dejo pasar. Orula la dijo: Ven acá y le dio tres caracoles para que adivinara. ¿Estás conforme? Está bien, le respondió, es suficiente.
Aquí es que Eleggua empieza atrabajar para Orula y ser su guardian
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Luis Felipe culular 04120141616